5 refugios de supervivencia en la naturaleza que deberías saber cómo construir
Cómo construir un refugio de supervivencia en la naturaleza
Cuando ocurre un desastre o te encuentras perdido en la naturaleza, saber cómo construir un refugio de supervivencia puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La exposición a la intemperie es una de las maneras más rápidas de sufrir lesiones o enfermedades en una situación de supervivencia. Tanto si eres un amante de la naturaleza, un preparacionista o simplemente alguien que quiere estar listo, aprender sobre los diferentes tipos de refugios de supervivencia en la naturaleza es una habilidad esencial.
En esta guía, analizaremos cinco tipos comprobados de refugios de emergencia que puedes construir con materiales naturales o equipo básico de supervivencia para que nunca te tomen por sorpresa.
Tipos de refugios de supervivencia en la naturaleza
No existe una única solución para construir un refugio de supervivencia. La estructura adecuada depende del entorno, los materiales disponibles y el tiempo previsto para permanecer allí. Estos son algunos de los tipos de refugios en la naturaleza más fiables y prácticos:
1. Refugio adosado
Ideal para: Climas templados a moderados, instalación rápida
Materiales: Ramas largas, hojas o ramas de hoja perenne, lona (si se dispone de ella)
Un refugio improvisado es uno de los más sencillos y comunes. Consiste en apoyar una serie de ramas o una lona contra un tronco o árbol caído. Cubre la estructura con ramas, hojas o una lona para protegerte del viento y la lluvia. Si enciendes una fogata, añade una pared reflectante en el lado opuesto para que el calor se dirija hacia ti.

2. Refugio tipo A
Ideal para: Condiciones frías o húmedas
Materiales: Dos palos bifurcados, una viga maestra, ramas, follaje, lona o poncho
Una estructura en forma de A ofrece mayor cobertura y aislamiento que un cobertizo adosado. Para construirla, coloca una viga maestra resistente entre dos soportes bifurcados. Coloca ramas en ángulo a ambos lados y luego cubre con material aislante como hojas, agujas de pino o musgo. Cuanto más densa sea la capa, más cálido y seco te mantendrás.

3. Cabaña de escombros
Ideal para: Ambientes fríos, protección nocturna
Materiales: Ramas, hojas, agujas de pino, hierba, tu propio calor corporal
Este refugio se adapta a tu cuerpo para retener el calor. Crea una pequeña estructura con ramas y luego apila escombros para aislarlo. Deja una pequeña entrada y coloca aislamiento adicional en la parte superior y los lados. No es la opción más espaciosa, pero retiene el calor corporal excepcionalmente bien, sobre todo en condiciones de congelación.

4. Cueva de nieve o Quinzee
Ideal para: Terrenos cubiertos de nieve
Materiales: Nieve compactada, pala o herramienta para cavar, calor corporal para derretir los bordes.
En entornos nevados, una cueva de nieve puede ser sorprendentemente cálida. Excava en un banco o montículo de nieve (puedes construirlo apilando y compactando la nieve) y ahueca un espacio lo suficientemente grande para tu cuerpo. Asegúrate de crear una pequeña ventilación y coloca aislamiento en el suelo. Un quinzee, que es un montículo de nieve excavado, funciona de manera similar y es más seguro en condiciones de nieve profunda.

5. Refugio de lona
Ideal para: Preparación ultraligera para todo tipo de clima
Materiales: Lona o manta de emergencia , paracord o cuerda , estacas o piedras
Un refugio de lona es versátil y rápido de montar. Con un poco de paracord y algo de creatividad, puedes convertir una lona en un cobertizo adosado, una estructura en A o incluso un refugio tipo burrito completamente cerrado. Su principal ventaja es la resistencia al agua y la facilidad de montaje, algo especialmente importante si te sorprende una tormenta repentina.

Consejo adicional: Utilice siempre aislamiento del suelo
Sin importar el tipo de refugio que construyas, aislar el suelo es fundamental. Usa hojas, agujas de pino, ramas o incluso tu mochila para elevarte del suelo frío y conservar el calor corporal. La pérdida de calor por conducción puede ser un problema importante, incluso con clima templado.
Practica antes de necesitarlo
Aprender a construir refugios en una crisis es mucho más difícil que practicar con antelación. Dedica tiempo a practicar algunos de estos tipos de refugios en tu jardín o durante un viaje de acampada. Si llevas un kit de supervivencia , considera añadir una lona compacta , cuerda y una manta térmica para facilitar la construcción de refugios cuando más se necesite.
Al igual que tu kit de emergencia para 72 horas , tu conocimiento sobre refugios en la naturaleza podría marcar la diferencia entre la incomodidad y una situación peligrosa.
Prepárate. Mantente a salvo. Sobrevive.
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